Después de lograr el pase a octavos de final del US Open tras deshacerse del argentino David Nalbandián en tres sets (7-6(5), 6-1 y 7-5), como es habitual, el español se sentó ante los medios. Sin embargo nadie podía imaginar que su comparecencia se fuera a convertir en un auténtico calvario.
Cuando comenzaba a explicar sus impresiones del partido, el balear sintió unos terribles calambres en la parte posterior de su pierna derecha que le dejaron sin habla y sin respiración. Nadal tuvo que detener su relato y comenzó a retorcerse sobre la silla, con los ojos cerrados y cabeza hacia arriba, en claros gestos de dolor, ante la incredulidad de todos los medios allí presentes.
Posteriormente se tumbó en la propia sala de prensa y fue atendido por su fisioterapeuta, Rafael Maymó. Después de 10 minutos recibiendo masajes, el número dos del mundo se levantó, sonrió y continuó como si nada hubiera ocurrido. “No me podía ni mover”, aseguró.
> En la imagen, Rafa Nadal se retuerce de dolor en la sala de prensa.
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