El boricua ya le solicitó formalmente al dueño de los Mavericks de Dallas, Mark Cuban, cargar con el trofeo de campeón a su retorno a la Isla en algún momento de este fin de semana.
Y, según él, ya tiene la aprobación del jefe.
“Le dije que me iba a llevar el trofeo para Puerto Rico y me dijo que sí. Así que el trofeo va para Puerto Rico. El trofeo nunca ha ido para allá (en manos de un jugador) y no quiero llevarme una copia. Quiero llevarme el original y levantarlo frente a la gente en Puerto Rico. Sería el mejor momento de mi vida”, compartió el armador de los Mavericks a El Nuevo Día en una visita a su residencia en esta ciudad.
¿Y no te preocupa que le pase algo?, se le preguntó.
“No. Lo único que me preocupa es cómo lo voy a devolver. Tendría que enviarlo con alguien, porque yo no regreso en buen tiempo a Dallas”, contestó sonriendo.
¿Y estás seguro de que Cuban te lo prestará, cuando no lo suelta ni para ir al baño?
“Eso es loco. Está como un nene chiquito con el trofeo. Pero me dijo que sí. Él confía en mí”, respondió.
Así que próximamente podría repetirse la imagen del pasado domingo en medio de la premiación de los Mavericks, tras obtener el título en el sexto partido de la Serie Final de la NBA sobre el Heat de Miami: Barea arropado con la bandera de Puerto Rico con trofeo en mano.
“Sabía que me iba a ver bien con la bandera y la gorra de campeón. Sabía lo importante que era para Puerto Rico llevar la bandera. Todos los jugadores me hablaban de la bandera”, dijo Barea con orgullo.
Por el momento, Barea está descansando en su residencia para la actividad de mañana, cuando los Mavericks, por primera vez en 31 años de historia, pasearán por las principales calles de la ciudad como parte de la parada de celebración.
“Se esperan más de 300,000 personas. Será algo especial para mí y mis compañeros”, dijo Barea, quien espera pasar el Día de los Padres, el próximo domingo, en la Isla junto a su progenitor Jaime Barea.
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