Exorcismo ¿mito o realidad? El cine, a través de las películas “El exorcista” (1973) o “El Exorcismo de Emily Rose” (2005), ha popularizado esta acción sobrenatural que se trata de expulsar de un cuerpo a un ente maligno, como ser demonios, espíritus, etc.
Puede ser que muchos de los que hayan visto estos filmes se hayan quedado pensando en si eso podía suceder en la vida real. Lo cierto es que en la religión católica se cree en el exorcismo, el cual es tratado, por curas exorcistas, a través de la repetición de oraciones y mostrando objetos representativos de esta religión –rechazados por los demonios–, como crucifijos, agua bendita, etc.
En México, por ejemplo, se lleva a cabo un Congreso Nacional de Exorcistas. En el segundo congreso, llevado a cabo en 2005, se supo que en ese país se realizaban cinco exorcismos por día (situación que fue creciendo desde los años sesenta).
El exorcismo se hace poseyendo a una persona o animal, también pueblos o casas. La posesión puede ser completa (cuando el ente que toma a una persona se mueve y habla a través de ella) o parcial (se usa a la víctima para una acción concreta, como los íncubos: que es cuando un demonio se coloca encima de la víctima para mantener relaciones sexuales con ella mientras duerme).
De hecho, la película “El Exorcismo de Emily Rose” se basó en un caso real, el de Anneliese Michel (1952-1976). Esta joven alemana, a los 16 años, comenzó a tener extraños ataques y se le diagnosticó epilepsia. Incluso, estuvo internada en un psiquiátrico. Aunque salió de él y pudo terminar sus estudios, ella aseguraba escuchar voces de ultratumba y ver demonios.
Fue vista por médicos, quienes no encontraron una solución, y sus padres católicos decidieron que padecía un exorcismo. Se comenta que los demonios no la dejaban comer, por lo que sufrió de inanición (se debe a una prolongada insuficiencia de alimentación).
Al llegar a la iglesia local, los religiosos se negaron a tratar el caso. Hasta que el párroco Ernst Alt (experto en exorcismo) advirtió que Anneliese estaba endemoniada, llegando a través de los rituales a darse cuenta que seis demonios distintos poseían a la joven. Durante un año se trató de exorcizarla, hasta que a los 23 años murió.
Se dice que durante los exorcismos de la joven, quienes estuvieron presentes podían ver las cruces voltearse hacia abajo de forma misteriosa y ver cómo se rompían las ventanas, como si alguien lo hiciera. Pasaron muchos años y la leyenda se instaló. ¡Creer o reventar!
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