Video - Mundial de Sudáfrica 2010: La revolución francesa

La cabeza visible de la hecatombe francesa en el Mundial de Sudáfrica 2010, Nicolas Anelka, ha llegado este lunes a las 7 horas a Londres tras ser expulsado de la selección de Raymond Domenech al llamar al seleccionador “sucio hijo de puta” y mandarle “a tomar por culo”. Sin embargo, el espectáculo no ha hecho nada más que comenzar tras la negativa a entrenar de la plantilla en solidaridad, el rifirrafe entre el capitán Evra y el preparador físico, la dimisión del delegado de la Federación Francesa y las primeras manifestaciones del Presidente de la República francesa, Nicolas Sarkozy. Para manejar un asunto que ha sido tachado en París de “vergüenza nacional”, la ministra de Deportes, Roselyne Bachelot, se dirige a Sudáfrica para instar a los jugadores a que se dediquen a jugar, única y exclusivamente.

Tras la expulsión del equipo de Anelka, el delantero estrella de Francia, y la presumible eliminación gala del Mundial sin haber marcado un gol, ayer domingo la plantilla se negó a entrenar. El preparador físico, Robert Duverne, cruzó unas palabras con el capitán, Patrice Evra, ante la atenta y estupefacta mirada de los 250 aficionados que presenciaron aquel momento en lugar de la sesión de entrenamientos.

Tras la tensión vivida, Evra se reunió con sus compañeros para escribir un comunicado y facilitárselo al jefe de prensa François Manardo. El alegato de la plantilla de la selección francesa fue leído por el mismo Raymond Domenech, foco de sus críticas, a la prensa horas más tarde y en él los internacionales expresaban su rechazo a la expulsión de Anelka.

El siguiente capítulo del culebrón galo lo ha protagonizado el delegado de la Federación Francesa de Fútbol, Jean- Louis Valentin: “No lo aguanto más, renuncio a mis funciones. Siento vergüenza, me vuelvo a París”, ha declarado. Así, otro francés abandona Sudáfrica. La situación incontrolable ha llegado hasta la presidencia y Sarkozy se ha visto obligado a intervenir al traspasar el tema lo deportivo.

“Pido la dimisión de Bachelot (ministra de Deportes francesa) por la humillación mundial que está sufriendo Francia”, ha acusado Marine Le Pen, cabeza del partido de extrema derecha Frente Nacional. “En el extranjero todo el mundo se ríe del espectáculo que está dando el equipo, insto a los jugadores a que vuelvan al campo y jueguen al balón”, ha sentenciado el ministro de Inmigración e Identidad Nacional, Eric Besson. Por su parte, el secretario nacional del Partido Comunista Francés, Pierre Laurent, ha criticado a los futbolistas: “Su actitud está a mil leguas de los valores del fútbol, de lo que se espera en términos de solidaridad de unos con otros”.
Finalmente, Sarkozy ha pedido a la ministra de Deportes, Roselyne Bachelot, que acuda a Sudáfrica para recordar a la selección francesa dónde está y para qué. “Hago un llamamiento de responsabilidad y dignidad a los futbolistas”, ha expresado Bachelot, quien ya se dirige a Sudáfrica para coger las riendas el equipo que mañana martes se enfrentará a los anfitriones.

Francia empató su primer partido frente a Uruguay (0-0) y perdió el segundo frente a México (0-2), así prácticamente es imposible que logre alcanzar octavos de final ya que un empate a Uruguay y México les valdría para clasificarse y ambos jugarán juntos. Francia llegó al Mundial con polémica ya que la mano de Henry que dio el gol a los galos frente a Irlanda les valió para clasificarse.

COMUNICADO DE LOS JUGADORES

A través de este comunicado, todos los jugadores del equipo de Francia, sin excepción quieren afirmar su oposición con la decisión tomada por la Federación Francesa de Fútbol de excluir a Nicolas Anelka del grupo. Si rechazamos el incidente sucedido durante el descanso del partido Francia-México, rechazamos aún mas la divulgación de un hecho que pertenece tan solo a nuestro grupo y que es inherente a la vida de un equipo de alto nivel. Por petición del grupo, el jugador afectado ha entablado una tentativa de diálogo, pero su desarrollo ha quedado voluntariamente ignorado. De su lado, la Federación Francesa de Fútbol no ha intentado proteger en ningún momento al grupo. Ha tomado una decisión sin consultar al conjunto de los jugadores, únicamente sobre la base de hechos reportados por la prensa. En consecuencia, y para marcar su oposición a la actitud adoptada por las más altas instancias del fútbol francés, el conjunto de los jugadores ha decidido no participar en la sesión de entrenamiento. Por el respeto al público que ha asistido a esta sesión, hemos decidido ir a su encuentro, que por su presencia nos aporta un apoyo sin fallo. Por nuestra parte, somos conscientes de nuestras responsabilidades, las de llevar los colores de nuestro país, pero igualmente aquellas que tenemos por la consideración de nuestros seguidores, de sus cuadros, educadores, voluntarios y de los innumerables niños que tienen a les Bleus como modelos. Por lo que a nosotros nos concierne, no olvidamos ninguno de nuestros deberes. Haremos todo individualmente, por supuesto, pero también en un espíritu colectivo, para que Francia, el martes, reencuentre su honor con un resultado finalmente positivo.
Los jugadores del equipo de Francia.